Fernando III de Sicilia insular, y IV de Sicilia peninsular.
Carlos III, al ser llamado para ocupar el trono de España en 1759 le cede a su tercer hijo los dos Reinos de Sicilia. Sobre el reino insular (Sicilia) Fernando gobernó con el nombre de Fernando III, y sobre el reino peninsular (Nápoles) lo hizo con el nombre de Fernando IV.
Carlos III había pasado 25 años en el reino de las Dos Sicilias, y, asesorado por Bernardo Tanucci y tutelado por sus padres desde Madrid, fue un rey moderado, implicado en los problemas de los napolitanos, y sin enfadar demasiado a la nobleza.
En España reinaba su hermanastro Fernando VI, pero al fallecer éste sin descendencia volvió a España como Carlos III y dejó a su hijo Fernando como rey, tutelado por Tanucci, como lo había sido él en su momento en Italia, puesto que por acuerdos internacionales no podían unirse las dos coronas. Fernando contaba entonces con 8 años de edad.
Mientras tanto, en 1752 nacía en Viena María Carolina de Austria, hija de Francisco I de Habsburgo y Lorena, y de María Teresa de Austria, heredera del trono austriaco. Sus dos hermanas mayores habían muerto en la infancia, y ella se llamó así en honor a las mismas, puesto que antes que ella, llevaron su mismo nombre.
En realidad, la elegida para matrimoniar con Fernando era su hermana María Josefa, pero falleció en una epidemia de viruela.
Debido la necesidad de salvar la alianza austro – española, Carlos III, al fallecer María Josefa, insistió en que otra hermana ocupase el lugar de la futura esposa de su hijo Fernando. Por edad, la más adecuada era María Carolina…
María Carolina no aceptó de buena gana el compromiso con Fernando, pero no le quedó más remedio que aceptarlo. Se casó por poderes en 1768. Dos años más tarde, su hermana María Antonieta se casaba con el que sería Luis XVI.
Una mujer en la sombra
En 1768, una vez casados, María Carolina llegó a Nápoles, donde conoció a su esposo. No se gustaron mucho, pero eso no les impidió cumplir los deseos de sus respectivos padres.
Fernando tenía 17 años, y María Carolina, 16.
Mientras había sido un joven sin demasiadas responsabilidades, el que había sido consejero de su padre, Tanucci, ejercía como regente con libertad, y sin trabas. Y su tutor, el príncipe Nicandro se preocupó más del cultivo de la robustez del cuerpo y de hacerle popular, que de su instrucción intelectual.
Cuando Fernando se casó, las cosas para Tanucci cambiaron. La reina adulaba al rey con aquellas cosas que verdaderamente le gustaban, como la caza… Así fue minando su confianza en Tanucci, en parte por su deseo de intervenir en decisiones importantes, y en parte alentada por su madre, María Teresa de Austria.
El 4 de enero de 1775, cuando dio a luz a su hijo varón, Carlos Francisco, se convirtió en consejera de estado (haciendo valer la condición que había impuesto para acceder a casarse) y tomó una posición influyente en la política del consejo.
Al año siguiente consiguió el cese de Tanucci, interfiriendo en el correo entre Carlos III y su hijo Fernando, e indisponiendo a éste contra su padre con la excusa de la masonería, no aprobada por Carlos III.
María Carolina procedió a alejarse de importantes partes de la nobleza mediante la sustitución de la influencia de España por la de Austria. Su impopularidad entre la nobleza se incrementó con sus intentos dirigidos a limitar sus prerrogativas.
La reina llamó a Acton para que reformara la marina de guerra del reino, y también para mejorar la marina mercante. Esto enfadó a Carlos III. España estaba en guerra con Inglaterra, y Acton era hijo de un inglés. No obstante, la reina contestó a Carlos III con otra carta manipulada de su marido, en la que le decía que no era inglés, que era de origen francés.
Sin embargo, esa respuesta no convenció al rey español que veía como seguía perdiendo influencia en las Dos Sicilias.
Acton siguió aumentando su influencia, y su cercanía a la reina, hasta tales extremos que se empezó a rumorear que eran amantes, lo que llegó a oídos de Fernando, que los amenazó de muerte si los encontraba juntos.
Acton estableció su residencia fuera de la corte, pero seguía visitando regularmente a la reina, y seguía teniendo el poder político.
Revolución Francesa
En 1789 estalla la Revolución Francesa. En 1793 son guillotinados los reyes de Francia, Luis XVI, y María Antonieta. Recordemos que era hermana de María Carolina.
Esto influyó en la decisión de la reina, apoyada por Acton, y con el beneplácito de Fernando, de tomar parte en la Primera Coalición contra Francia, que acabó con el tratado de 1796.
María Carolina consiguió que el rey violase el tratado de 1796 y logró que ordenase a sus tropas la marcha sobre Roma (1798) ocupada por los franceses, que las rechazaron, y entraron en Nápoles, mientras Fernando se refugiaba en Sicilia (1799).
La república Partenopea (fundada a consecuencia de la ocupación de Nápoles por los franceses) no duró más que algunos meses, y Fernando, con el auxilio de los británicos, volvió a instalarse en su capital.
Obligado por Napoleón a firmar una paz onerosa y humillante (Foligno 1801) volvió a declarar la guerra a Francia mientras Napoleón ya autoproclamado “emperador de los franceses” ganaba a los austro-rusos la batalla de Austerlitz (1805). En 1806 Napoleón designa a su hermano José Bonaparte como rey de Nápoles (Sicilia peninsular).
Los reyes huyen de nuevo a Sicilia, y en 1811, bajo protectorado británico (de facto) Fernando se ve obligado a apartar a su mujer de los asuntos públicos, y a dar una constitución a sus súbditos, casualmente en 1812, fecha de las Cortes de Cádiz, en España. De facto lo que ocurrió es que abdicó en su hijo Francisco, aunque no de forma oficial.
La reina es exiliada a Austria en 1812 donde falleció en 1814. La familia real vuelve a Nápoles en 1815, y hacen fusilar a Murat, que había sido rey de Nápoles de 1808 a 1815, como Joaquín I.
Es entonces cuando deciden unir los dos reinos, con el nombre de Dos Sicilias, y Fernando adopta el nombre de Fernando I de Borbón.
Las monedas
Nápoles. Piastra de 120 Grana. Ag. 1798. P/M – AP. C-66a. Vic-929. Fernando IV. 27,2 gr. Bella.
Leyenda: FERDINAN(DUS) IV D(ei) G(ratia) SICIL(iae) ET HIER(usalem) REX * HISPANIARUM INFANS
Anverso: P. Domenico Perger
Reverso: A.P. Antonio Planelli. Debajo del 8 de la fecha M. Rafallo Mannara
Nápoles. 12 Taris. Ag. 1799. Palermo. JV – I. Dav-1425. Vic-132. Fernando III. Canto faltado. 26,9 gr. Muy escasa.
FERDINAN(DUS) III D(ei) G(ratia) SICIL(iae) ET HIER(usalem) REX HISPANIARUM INFANS
Reverso: Águila coronada, con escudo en el pecho, alas desplegadas y cabeza girada a izquierda. J.U.I. Jiussepe Ugo Interino
En la moneda de Fernando III el escusón de los Borbones, con forma de escudo.
